
Con el verano se acaban también las citas.
Me doy. No lo volveré a intentar por un buen tiempo. En estos momentos, conocer a otro puto más podría ser fatal.
Debo reconocer que soy una cínica cada vez que escucho "no quiero una relación" y digo "yo tampoco" porque yo si quiero una, sin nombre, sin más expectativas que ir a ver una película bien acompañada, pero algún tipo de relación adulta (¿acaso estoy pidiendo demasiado?).
No me siento sola, pero tengo esa maldita frustración. En fin, estoy fuera del mercado, que los solteros de Santiago sigan jugando sin mi, que ya no estoy para falsos coqueteos, salidas de dos semanas, "yo te llamo".
Tal vez como dijo algún asshole fue el fucking reloj biológico el que me hizo prender la antena de búsqueda, o los casi dos años que han pasado desde mi último pololeo. Pero filo, no soy de las personas que fuerzan las cosas, tal vez la vida en pareja no es para mí. Así que está bien no haber llegado a la hora las dos veces que quise ver "5 x 2" de Ozon y capaz que no sea para mí la maternidad. En fin, todavía tengo a mi fiel Gatísimo que anda más hormonal que yo.