Desde el triunfo de mi candidata que me dedico a celebrar la vida. Ese mismo día esperamos los resultados con un vino Frontera en casa de Ernest. Salí contenta a caminar por las calles muerta de la risa con la gente que tocaba bocinas y sacaba banderas. El lunes, cata vertical de carmenere De Martino. Los dientes morados otras vez, algo que sería la tónica del resto de la semana. Me esperaba una semana feliz con mucha actividad culturosa y social, por dos razones principales EIMA (Encuentro Internacional de Música Actual, que recorre Chile y vuelve a Stgo el 1 y 2 de febrero) y el festival de documentales musicales In-Edit.
Martes: Después de un frugal cóctel de bienvenida a los franceses de Holden, The Married Monk e Icalma (por supuesto con vino) salimos con Pérez, Pilar, Valeria y su madre con unas cuantas carcajadas de regalo para terminar matando el apetito y otro vino en Olio Santo. Una buena jornada que terminó casi cenicienta pasada la medianoche.
Miércoles: (Almuerzo feliz en Pasta e Basta, por supuesto con vino. Chardonnay para no perpetuar el morado en mis labios). Comienza el EIMA con algunos problemas en el sonido, escucho a Javiera Mena y luego parto al estreno de In Edit donde pasaron “The Flaming Lips: fearless freaks”, un documental notable sobre esta banda norteamericana que este año lanza disco y se presentó en noviembre en Brasil (esta vez no pude hacerlo). Me perdí a Holden (ellos sonaron bien). Pero de premio de consuelo un cóctel con más vinito y quesos, encuentros con distintos personajes, más risas.
Jueves: Al revés, primero me reí muchísimo “80s”, de Eduardo Bertrand (Los Prisioneros en Patio Plum y todo), luego corrí a la Corporación Cultural para ver a The Married Monk (ahora me perdí a Gepe), un freak “pretendiente” me buscaba entre el público así que pasé algunos minutos huyendo y escondiéndome. Al final del show, lo divisé y corrí por mi vida (ja!).
Viernes: Salí devastada de “Nico icon”. Quería verla desde diciembre del 2004, esa vez llegué sólo al cóctel posterior porque estaba haciendo un mes de molestos trabajos forzados. El contraste entre la diosa que conoció a la Velvet y la heroinómana que lo perdió todo, incluso la belleza, es conmovedor. Me quedé conversando en el hall y me presentaron a Florencia Ruiz, la dulce cantante argentina que anduvo de paso por Santiago. No pude asistir a ninguno de los shows. Hubiera ido por esa cerveza, pero era tarde. Me fui a ver teatro: “Sex, según Mae West”, excelente montaje de La Puerta que materializa el debate sobre el sexo en la sociedad de consumo. Para finalizar, aquelarre con mis compañeras de colegio, que no veía hace exactamente 10 años. Más risas, más vino y un whisky para coronar.
Sábado: Despierto demasiado temprano, antes de la alarma. Me voy a ver “No direction home: Bob Dylan”, la peli de Scorsese en el In Edit (que termina hoy en el cine arte Alameda). Sin duda es un buen documental pero alguien tiene que enseñarle a ese tío a tragarse un poco el ego y editar!!! Como dice Raka: “Scorsese y la síntesis jamás se conocieron”. Sobre todo en la primera parte, los inicios de Dylan en el folk, a ratos repite ideas y se vuelve tediosa. Eso sin contar que no había aire acondicionado y sólo había dormido 4 horas. En total 3 horas y 15 minutos. Enganchamos con Pérez y Pacho para el persa. Tres vueltas y a casa. Trabajar un par de horas para luego partir a Valparaíso, donde Congelador se mandó un show inolvidable y emotivo. Luego Holden que -a pesar del sueño- levantó un buen espectáculo. De ahí al Muelle para bailar con Dinki y Villalobos. Estuvo bastante bueno. Claro que ahora lo resiento un poco, estoy sorda y nos volvimos con Pato a las 6.30 de la madrugada. Casi zombie llegué a casa donde por fin pude dormir.