Tuesday, September 19, 2006
posted by Unknown at 6:53 PM


Siento que no escribo hace años y tengo muchas ganas de hacerlo en serio. Se me han metido cuentos de nuevo en la cabeza, tengo literatura en barbecho.
Por fin me fui de vacaciones. Mi viaje fue soñado, con caminatas por ciudades maravillosas, museos increíbles, festival de rock inolvidable, buenos amigos, obra de teatro protagonizda por Juliette Lewis, incontables recuerdos.
Llegué a Barcelona donde me recibió mi amigo Hinko, a quien conocí una loca jornada en Montevideo y no veía desde entonces (4 años). Guapo, lindo, divertido...
Esa madrugada volé a París donde me recibió Pamela, que me abrió las puertas de su casa y me regaloneó llevandome a los mejores indie clubs y bares de la capital francesa.
Vi a Radiohead. El recital más violento que me ha tocado vivir, estuve a punto de ser devorada por la masa y renunciar a mi aplazado PHD de "en vivos". Pero me retiré de las cercanías del escenario mientras tocaban "My iron lung", con los pis destrozados y al menos seis moretones en el cuerpo.
Antes había presenciado formidables presentaciones de Tv on The Radio (realmente ídolos), Clap Your Hands Say Yeah, Dj Shadow, Broken Social Scene, Kasabian, Phoenix y Beck (no muy a la altura de las expectativas).
Cuando se suponía que volvía a Barcelona, Pamela me sugirió intentar ver pasajes baratos a Londres y como ella tenía algunos días libres nos fuimos a la ciudad pop, que nos dejó con una sonrisa de oreja a oreja.
Vimos dos obras de teatro buenísimas, nos reímos como locas, fuimos a unos bares ultra, visitamos el mercado de Nothing Hill. Y se nos hizo corto el tiempo. Nos perdimos la tocata de The Rapture gratis, pero no se puede tener todo...
Luego vuelta a París y a la noche siguiente a Barcelona. Comer rico, ir a la playa, salir con guapísimo a los bares cool. Ellen Allien pinchando discos en el Apollo, Razz también electrónico, City Hall.
Cuando tomé el bus rumbo al aeropuerto, me dio mucha nostalgia, lluvia y rayos cayeron sobre Barcelona para acompañar mi pena.
Ahora regreso a la realidad, un valde de agua fría, porque este dieciocho no tuve mucho de chilenidad, aparte de ver el retorno de Taller Dejao.
El domingo tuve un susto fenomenal con unas amigas cerca de Concón, creo que por primera vez tuve esa extraña sensación de "¿Y eso es todo?". Menos mal que fue sólo el espanto de ver girar la camioneta en 360 grados en una curva que a un lado tenía el barranco. Sentadas en la cuneta, en la oscuridad del camino internacional, cerca del cementerio y con la música de una fiesta electrónica de fondo, cuatro chicas reflexionamos sobre el milagro que nos salvó la vida. Yo completamente ilesa, mis amigas un poco magulladas. Ahora de regreso a casa, lo dejamos como experiencia,
repitiéndonos las palabras de Violeta "Gracias a la vida".