
Este año como nunca me inundó el espíritu navideño. No el de las navidades pasadas ni futuras sino el genuino amor por la humanidad, sobre todo cuando evitan las aglomeraciones en los centros comerciales. Andaba yo por las calles en mi nueva etapa zen (como la llamó alguien por ahí) y en la víspera de la Noche Buena me arranqué a ver a Mostro. Antes de ellos tocó Holograma, una grata sorpresa con guitarra, batería, a veces una flauta tipo quena y sobre ellos un telón blanco en que proyectaban visuales muy a la altura de la música.
Mostro es algo especial. La primera vez que los vi eran como 5 guitarras en escena. Bastante experimental la cosa. Ahora Cerebro (gran personaje) toca guitarra o teclado –un Casio que cooperó en esta tocata gracias a una patada ninja de Cerebro- y se acompaña con un batería bastante talentoso para lograr un rock potente (por algo siempre los relacionan con Can).
Como me porté bien todo el año el Viejo Pascuero me trajo varios regalos increíbles, claro que nada comparables con las sonrisas de cada uno de ustedes, my dearests.
Y como dice la Kukulina: Agárrate 2006!
* foto de Mostro en Panorama Neutral, gentileza de Hixaga