Ayer estuve de cumple. La casa se llenó de diversos personajes mitológicos, diosas, dioses, semidioses y uno que otro mortal que cumplió con dar su cuota de jugo. La cosa estuvo increíble. Hasta se armó baile, cuando no había ninguna expectativa.
Renuncié a la super pega de radio Uds. Saben Cual gracias a mi querido jefe misógino. Así que a partir de viernes disfruté de mi libertad. Comenzando con un almuerzo en C, el restaurante de Carpentier. Vuelvo a ser la cronista invitada. Eso me gusta. En la noche fui con mi madre -la autora de la deliciosa torta que sació el bajón de varios en la fiesta- a ver a Mercedes Sosa, otra vez, después de 10 años. Puedo ver, mientras escribo su nombre, sus caras de asco jejeje. Pero esta intérprete y folclorista argentina me mata cuando canta "Los mareados". Es que parece que me gusta el tango. Pretendo algún día aprender a bailarlo. Al menos ya tengo los zapatos. La señora, que ahora apenas se mueve, cantó entre sus temas nuevos uno llamado "Corazón libre", donde decía que sólo los que no luchan son derrotados.
Bueno, no creo que hayamos venido a esta vida para pelear, pero si a hincarle el diente. Estoy libre, lista para empezar un nuevo ciclo.

La foto es sólo una muestra de lo weeeña que estuvo la fiesta. Si hasta la Carito que estaba alejada de las pistas se hizo un tiempopara bailar "Common people" con todos nosotros. Besotes a todos. Grandes!!! Los quiero!

Así como en la historia de Chile hay Patria Vieja, Reconquista y Patria Nueva... Ahora estoy en el medio, en plena reconquista de myself. Necesito ocupar todos esos pocos minutos libres del día conquistar-me. Hasta ahora no es más que escuchar, salir, ver. Disfrutar.
El domingo las hojas por fin cayeron de los árboles, me fui pisando y oyéndolas crujir. Me encanta caminar sobre camas de hojas secas en otoño. Solía enchufarme el "Boces", de Mercury Rev, en cassette, y partir mi marcha por el Parque Forestal en cualquier día gris.
Los que me conocen saben que estoy pasando por un mal momento en un nuevo trabajo. Bueno esa situación tocó techo ayer y en vez de regresarme a esos sentimientos de pesimismo y autotortura que tenía antes, me ayudó a sentirme liberada. Dije todo lo que pensaba en una reunión muy poco agradable, dos jefes contra una, y aunque ellos creen que estoy loca y no me adapto, cumplí con retratar el desastre que veo en el equipo con el estilo ultra directo y nada diplomático -aunque no menos cortés- que me caracteriza. Llegué a la casa, preparé unas galletas mágicas de avena y miel, y me relajé. Adiós, lo disfrutaré mientras dure.
El segundo paso será volver a piscinear, inventarme el tiempo (... Aunque el boss quiere devolverme el tiempo antes de lo sospechado jejeje).
Mañana fondue, vinos y chelas con el cuarteto de la muerte (yo soy como el quinto nerd), también conocido como el carnaval de mamones.
Sigo disfrutando el color del otoño, es una alegría. No he perdido nada de lo que hace feliz y no me había dado cuenta. All I need is here with me.

* Siguiendo mi saga de personajes femeninos casi literarios en películas que he amado locamente, aquí una de Stephaniè de "La ciencia del sueño".

Mejor, mejor, mejor.
Estamos pasando turbulencias. Quédense en sus asientos y abróchense el cinturón.
Un vaso de whisky Juanito Caminante etiqueta azul hace el viaje mucho más placentero. Ay, los placeres de la vida nunca se acaban. Hoy volví a cocinar. Ñoquis. Ñami.
Whisky. Ñami. Vinos top. Ñami. Después de algunos días dormidos, se vuelven a estimular mis sentidos.
Además, el sábado tuve que cubrir (que agradable asignación de mi nunca bien ponderado jefe, la negra...) el lanzamiento del disco de Fiskales Ad Hok. Lo que supuse podría ser una tortura, resultó ser todo un agrado. La Valeria se encargó de acompañarme mientras veíamos el desfile de bandas: EntreKlles, notables, rockeros, potentes; los estilosos brasileños Forgotten Boys; la Floripondio, que prende hasta a los muertos; una banda punkie con vocalista mino y otra ska-punk muy interesante... Claro que lo más interesante era el público. No sabía que había tanto minito punkie en este país. Estuve a punto de venderme al punk. Mucha testosterona. Jajajaja que jornada más inspiradora.
Me agarraré de todos los estímulos posibles para cerrar los ojos y dejarme llevar. Todas las turbulencias pasan... Mientras, atesoro todas estas cosas bellas.