¿Por qué las mujeres tenemos que sufrir, al menos una vez al mes, el famoso zapateo hormonal? Cosas de la biología, dicen. Otros apuntan que los hombres también sufren ciertos cambios hormonales, claro que nada parecidos a los que sufrimos las féminas. La semana pasada me tocó uno de los peores del año. Tal vez por cambiar de píldoras, tal vez por el clima, la cosa es que andaba ultrasensible. Si eres mujer, sabes de lo que hablo. Eso de sentirse triste sin motivos y que se te llenen los ojos de lágrimas al primer traspié que enfrentas en el día. En fin, como sabes que es culpa de las hormonas haces lo mejor para comportarte y que no se note.
El cuento es que me dio fuerte esta vez. Siempre he tenido la sensación de que moriré vieja. Anciana y decrépita rogaré por morir sin obtener celestial respuesta. Es un asunto grave porque ya me tengo que poner a pensar que no estoy en el APV ni tuve AFP. Ahora a todo eso le sumé la sensación de que tendré que enfrentar la batalla sola. No es que sienta que se pasó el tren, pero tal vez sea de aquellas personas que deberán bancarse a sí mismas y que no obtendrán la anhelada compañía, simplemente porque así son las circunstancias (circuntancia 1 mujer independiente 2 que no quiere transar 3 por lo tanto poco sumisa 4 etc).
Lo bueno es que dejaron de zapatearme las hormonas y ya no me siento una condenada. De muestra, y en homenaje al personaje de
Pulpin, una foto de la vieja de los gatos que encontré en la web.