
Me gusta la lluvia. Aunque en realidad me gusta más cuando estoy en mi casita abrigada y salir sólo un rato a caminar bajo la lluvia. Porque a uno que es peatón, eso de que te pase un auto al lado y te deje lleno de agua con barro no es nada agradable.
El miércoles estaba contenta porque quería respirar un poco de aire limpio y ver la cordillera nevada, aunque ahora también tengo una nueva gotera (jajajaja).
Ya el martes como estaba así de invierno el día se nos ocurrió comer sopaipillas con Vale y Loly. Pero eran poquitas así que el miércoles hicimos la revancha de las sopaipillas, de las solas y de las pasadas por chancaca. Nos comimos como 40 sopaipas, ñami.
Y para seguir con las comidas invernales el sábado hice una cazuela que me quedó de chuparse los dedos. Fue lo mejor para reponerse del mojito del viernes, que parece que ya no los hacen como antes en El Mojito de Bellavista. Claro que correspondía una bebida así de tropical, después de ver en vivo a Juana Fe. El grupo que mezcla salsa, cumbia y rock, entre otros estilos, es una fiesta imparable y con Pauli la bailamos toda.
Después me fui a Gran Central, el nuevo bar de moda, que está realmente cool y tiene un ambiente especial para fiestas y tocatas. Tocaba Fernando Milagros que resultó ser casi una banda tributo a Devendra Banhart y después de ver al verdadero en vivo, difícilmente me podría quedar con el copión (sorry Hixaga. Porque es uno de los proyectos fichados por Neurotyka).

En la foto estamos en La Berenjena con Pérez y tengo puesta la polera de The Rapture, que literaltmente "se destiñó, destiñó...con la lluvia que cayó".