
Ayer las nubes lloraban sólo para mí. Estuve a punto de romperme de pena. Vi mis ojos cansados nublarse redonditos.
Fue una pena rabiosa, culposa, por qué no me di cuenta, por qué no lo vi, por qué no estoy ahora junto al mar. Todo por un descuido.
Ahora el enorme castigo, no vacaciones, no Jens, no Flaming Lips, nada de arena y sol. Y sólo pienso en la canción de Los Prisioneros: "Recuerdo cuando dije que este invierno sería menos frío que el anterior... y aquí estoy, congelándome..." Estoy fría.
No queda más que juntar calorcito ese de mis amigos que me dicen por algo pasan las cosas.
Posponer los planes, caminar por la calle sintiendo que no debería estar aquí, de a poquito juntar las piezas para sentir que no ha pasado nada, que no es importante, que ya vendrán viajes y calores para mí. Esperar dos, tres meses, qué va si ya esperé años.