Hace mucho tiempo que no me sentía tan cansada. Y no se trata del tan común stress del trabajo o cansancio por paja mental, sino del doloroso cansancio múscular.
Por primera vez competí en un torneo nacional de natación master. Nadé 6 pruebas. El viernes los 800 metros, el sábado 50 pecho y libre en la mañana y por la tarde 100 espalda y 200 libre. Domingo 50 espalda... Llegué última a todas, pero saqué cinco medallas de bronce por esas cosas del destino. Nadadora: Si tienes entre 25 y 29 deberías estar compitiendo. "Hay que estar ahí", dice mi entrenador. La cosa es que colaboré a la marca del equipo con puntos y ganamos la copa por más de mil.
Me sentí un poco frustrada porque subi todas mis marcas en vez de bajarlas, ya que la piscina olímpica es más densa y como que al final las medallas fueron super poco merecidas. El esfuerzo fue fuerte esta semana hubo bastante trabajo. Ya el viernes había quedado totalmente destruida después del 800 y de llegar corriendo al lanzamiento del libro de comics chileno "Ojo de vidrio", porque estoy trabajando con ellos en la difusión de prensa. Dormí contracturada y un amigo de mi roomate llegó curado a tocar el timbre a las 5 am y yo tenía que estar en pie a las 8 para seguir el campeonato. Cuek! El sábado fue a ver a Erlend Oye, que se mandó un tremendo show acústico. El tipo es un showman... y me tuve que perder la fiesta post en La Berenjena porque debía estar en la mañana en la piscina again. Me quedé dormida pero alcancé a llegar a mi última prueba.
Lo bueno es que por primera vez mi familia y amigos me fueron a apoyar, lo que fue algo super top. Y cuando pienso que aprendí a nadar hace menos de un año, siento que no estoy tan mal. Espero con entrenamiento y perseverancia llegar a ser tan buena como mis amigas del equipo. Un saludo y felicitaciones a todos ellos que son unos ídolos.